Juana Bouso: diciembre 2014

viernes, 5 de diciembre de 2014

Aventureros del Esfuerzo (VIII): Sigmund Freud


Aunque a menudo se equivocara y, ocasionalmente, incurriera en el absurdo,
él no será para nosotros, desde ahora, una persona
sino un clima global de opinión
bajo el que encaminamos nuestras diversas vidas...

(W.H. Auden: En Memoria de Sigmund Freud).



Retrato de Sigmund Freud



Hay mucho de verdad en estas palabras de Auden; trascendiendo su persona, buena parte de los descubrimientos de Freud han pasado a formar parte del lenguaje contemporáneo: la líbido, el inconsciente, la simbolización de los conflictos internos en los sueños o, ya en el terreno de lo patológico, en los síntomas psicóticos y neuróticos, el Psicoanálisis como vía de acceso a estos contenidos mentales…

Son términos que, más o menos correctamente entendidos, hoy nos resultan familiares, y que responden a los conceptos fundamentales de la revolución que sacó del marasmo a la Psiquiatría de finales del siglo XIX, sin otros recursos que el manicomio, la hidroterapia, el bromuro y las descargas eléctricas. No fue una tarea fácil; ya desde los primeros pasos, los descubrimientos de Freud chocaron de frente con la ciencia oficial, y siempre fueron causa de polémica.

“Tan pronto se me comparaba con Colón, Darwin o Kepler como se veía en mí un caso de demencia” (Freud, Historia del Movimiento Psicoanalítico, página 156).

Como Colón, fue descubridor y explorador de un nuevo mundo –psíquico, en su caso- y, como Colón, no siempre vio con claridad la naturaleza de lo que había descubierto. Pero desmintiendo las acusaciones de dogmatismo, nunca presentó su obra como algo inamovible, distinguiendo claramente los resultados que consideraba acabados de las especulaciones y sugerencias que confiaba a futuros investigadores. Así concluye su autobiografía:

“Puedo decir que he iniciado muchas cosas y sugerido otras de las cuales dispondrá el futuro. Por mí mismo no puedo decir lo que en tal futuro llegarán a ser”.

En 1931 escribía Stefan Zweig, en obra "La curación por el espíritu", que “Freud no sólo ha cambiado el concepto de nuestra alma individual, sino que también ha señalado una dirección distinta a todas las cuestiones capitales de nuestra cultura y a su genealogía”. Sin embargo, hoy es un tópico afirmar que “Freud ha sido superado por la Ciencia”, afirmación frecuentemente repetida por gentes que, ni han leído una línea de su obra, ni son capaces de precisar los descubrimientos científicos que supuestamente le han superado.

Más bien parece que en nuestra época hayamos vuelto la espalda a cualquier forma de curación del espíritu basada en un análisis profundo, pues, en palabras de Sigfried Giedion, historiador del arte, “nos hemos vuelto adoradores de la existencia al día” y “pasamos someramente sobre los problemas sin en ningún momento pretender asirlos”.

Los inquietantes compases de este Vals de la suite "La Mascarada", compuesta por Aran Khachaturian, crean un clima adecuado para esta evocación de Sigmund Freud.





Pilgrims in human endeavour (VIII): Sigmund Freud


If often he was wrong and, at times, absurd,
to us he is no more a person
now but a whole climate of opinion
under whom we conduct our different lives...
(W. H. Auden, In Memory of Sigmund Freud)



Sigmund Freud's portrait


There is a lot of truth inside these Auden’s words. Beyond Freud himself, many of his discoveries are currently common in everyday language: libido, the unconscious, the simbolisation of internal conflicts in both, dreams and psychoneurotic symptoms, (these last in pathological cases), Psychoanalysis as the way of accessing the contents of the mind…

To different levels of understanding, nowadays we are familiar with most of the above terms. They represent the founding concepts of a revolution that pulled Psychiatry out of the stagnation this science was in by the end of the nineteenth century, with no other available means than the asylum, hydrotherapy, bromide, and electric discharges. Not an easy endeavour, indeed; Freud’s discoveries came up against scientific authorities, and were always cause of controversies.

“I was either compared to Columbus, Darwin and Kepler or abused as a general paralytic” (Freud, On the History of the Psycho-Analitic Movement).

As Columbus, Freud discovered and explored a New World –a psychical world in his case. As Columbus, he did not always see clearly the nature of his discovery. But Freud did never present his whole work as something immovable, despite he was betrayed to be dogmatic, He clearly distinguished the results he considered to be finished from speculations and suggestions he left to further researchers. These are the last words of his autobiography:

“Looking back, then, over the patchwork of my life’s labours, I can say that I have made many beginnings and thrown out many suggestions. Something will come of them in the future, though I cannot myself tell whether it will be much of little”. “

By 1931, Stefan Zweig wrote in his work "Mental Healers" that “Freud not only has changed the concept of our individual soul, but he has also signaled a different direction for all of the capital questions concerning our culture and our genealogy”. However, the affirmation “Freud has been superseded by science” is one of today’s commonplaces, frequently issued by people who neither have read a line of Freud´s works nor are able to clarify what superseding scientific discoveries they are talking about.

It rather seems that, in our days, we have forgotten any kind of a soul healing based upon an analysis in deep. In words of Sigfried Giedion, an Art historian, “we have become adorers of existing from day to day” and “we go summarily over problems without ever pretending to tackle them”

The worrisome strains of this Waltz from the suite "The Masquerade", composed by Aran Khachaturian, create a proper atmosphere to evoking Sigmund Freud.

Fuentes / Sources

Freud, S. (1925): “Autobiografía/Historia del Movimiento Psicoanalítico”. Madrid, Alianza, 1969.
Giedion, S. (1962): “El Presente Eterno: Los comienzos del Arte”. Madrid, Alianza, 1981.
Zweig, S. (1931): “La Curación por el espíritu (Mesmer, Mary Baker-Eddy, Freud)”. El Acantilado, 2006.